Los expertos confían en los Fondos Next Generation para reactivar económicamente el país

Los fondos europeos Next Generation dejarán en España un total de 140.000 millones de euros –aproximadamente el 12% de nuestro PIB- para la recuperación económica a través de proyectos articulados en base a cuatro ejes claves: la transición verde, transformación digital, cohesión e integración territorial e igualdad de género.

Se trata, sin duda, de una oportunidad única para que España active estrategias de cambio que logren reducir nuestra dependencia del turismo y el ladrillo.

Cambio de paradigma

Hay quien define este momento de histórico para que el país asuma un cambio de paradigma que nos lleve a la modernización y ayude a generar riqueza y trabajo de calidad. En línea con esa percepción, FEVYMAR, editora de las revistas Climaeficiencia, Electroeficiencia y el Portal Prefieres entendiendo que este era el mejor momento para ir procesando esas cuestiones de enorme interés y actualidad, convocó en su primer Smart Meetering online ‘Fondos Next Generation de Europa’ Recuperación económica ¿en qué sectores?’ a los máximos representantes de CONFEMETAL, ADIME, AFEC, AFME, ANFALUM y FENIE para abordar los objetivos transversales que se persiguen con los macroproyectos tractores en los que están inmersas estas Asociaciones. También para determinar cómo, cuándo y entre quién se distribuirán.

Si bien el cuándo y el cómo siguen generando incertidumbre y controversias -aunque el grifo podría empezar a abrirse en dos o tres meses-, lo que sí tuvieron claro los representantes de las Asociaciones convocadas es que los fondos tienen que llegar al sector profesional y a los usuarios finales de manera clara, ágil y fácil, porque sin duda alguna suponen una gran oportunidad para salir de la actual crisis, acelerar la recuperación y encauzar al país por la senda de la innovación.

Este primer Smart Meetering estuvo patrocinada por Ledvance y Schneider Electric, representados por Cristóbal Ripoll y Alberto Gutiérrez, que ofrecieron sus impresiones sobre el tema y definieron algunas de las soluciones que en materia de eficiencia, sostenibilidad y digitalización aportan estas compañías punteras del sector.
 
Frenar el desplome

Sobre el relato de cómo cada colectivo había afrontado estos meses tan críticos de pandemia, que han dejado un balance de 2020 menos alarmante de lo que en un principio se temía y la lectura positiva del gran avance de la digitalización en las empresas, José Miguel Guerrero, presidente de CONFEMETAL, reconoció que, dada la transversalidad del sector del metal, “es difícil ofrecer una visión conjunta” del colectivo en todo este tiempo, aunque su opinión sobre los fondos Next Generation de la UE es que “frenarán el desplome de la actividad y vendrán a restablecer la normalidad”.

Esa opinión fue respaldada de forma unánime por el resto de integrantes de la mesa, cuyas Asociaciones forman parte de las más de veinte entidades que han elaborado un macroproyecto tractor, de gran capilaridad, que pone el acento en actuaciones transversales de rehabilitación energética que lleguen a la ciudadanía para mejorar un parque edificatorio obsoleto y con graves carencias de eficiencia energética y sostenibilidad.

La patronal de empresarios reconoce que comunidades, diputaciones o administraciones locales, además del sector privado, han presentado un buen número de proyectos que copan alrededor del 212% de los fondos, con el elemento común de contribuir a mejorar la competitividad y productividad de las empresas y una distribución que atañe unos 83.000 millones destinados a proyectos energéticos, casi 21.000 millones a industriales, 14.000 millones más a turismo y los 7.000 millones restantes a telecomunicaciones.

La gran incógnita está en saber cuándo y cómo van a llegar, además de quién gestionará ese importante volumen de ayudas. Guerrero anticipó que habrá varias vías, “en ningún caso fáciles”, pero aunque las especulaciones apunten a que llegarán por concurrencia pública y programas de ayudas gestionados a través de las CC.AA., las Agencias de la Energía y organismos competentes, para Francesc Acín, presidente de AFME, lo importante es que “lleguen a proyectos capaces de dispersar las ayudas” para implicar “al máximo de agentes y familias”.

Pilar Budí, directora general de AFEC, incidiendo también en esa necesidad de que los proyectos impliquen al mayor número posible de población, puso el acento en que “deben gestionarse lo antes posible, para mover el engranaje de la economía y empezar a generar productividad”. Además, destacó la necesidad de imprimir “continuidad a todas estas acciones” que, según el macroproyecto tractor del que forma parte AFEC, podría hacer que 600.000 viviendas mejorarán sus ratios de eficiencia con la utilización de tecnologías limpias, aumentando así la calidad de vida de otras tantas familias españolas.

Crear lobby sectorial

“Tocaba crear lobby sectorial”, apuntó Eduard Sarto, presidente ejecutivo de ADIME, y unir a todas las Asociaciones en torno a un macroproyecto de esta magnitud. “Fuerza y energía” es lo que exige esta propuesta que, según argumento Sarto, tiene su núcleo en mejorar las considerables deficiencias que presentan nuestras instalaciones en relación a Europa. Con datos en la mano, argumentó que el 80% de nuestros edificios están considerados “muy deficientes” desde el punto de visto energético, a lo que se suma que cerca del 50% del parque edificatorio presenta una antigüedad superior a los 40 años.

“Estamos a la cola de Europa en cuanto a rehabilitación energética”, alertó Sarto que considera los fondos una “oportunidad única y recurrente” para subsanar esas deficiencias. Algo en lo que coincidió el presidente de FENIE, Miguel Ángel Gómez, para quien “tienen que agotarse en su totalidad”, y no perderse por el camino, tal y como ya ha pasado con otras ayudas. Además, la simplificación en la tramitación de subvenciones y contratos públicos ha de tener un recorrido “fácil y ágil”, subrayó Gómez, para no complicarle la vida a los profesionales instaladores, que han de ser los encargados del desarrollo final de esas actuaciones encaminadas a proporcionar mayor seguridad y ahorro a través de del “autoconsumo, infraestructuras de recarga del vehículo eléctrico, potenciación de nuevos sistemas de climatización y renovación masiva de las infraestructuras de telecomunicaciones”.

Disrupción para el sector

Si bien todo apunta a una mayor incorporación de sistemas eficientes y un uso más extensible de energías de procedencia renovable, en la iluminación el reto ha pasado por adaptar la tecnología a los Next Generation. Alfredo Berges, director general de ANFALUM, explicó que su Asociación, además de participar en esa propuesta de macroproyecto común, ha trabajado en uno propio que referencia la hoja de ruta sectorial a nivel europeo, establecida hace unos cinco años, en base a: ledificación, Intelligent Lighting y el alumbrado pensando en las personas (Human Centric Lighting). “Con él se pretende una disrupción absoluta del sector”, aclaró Berges, ya que cumple con los parámetros de transversalidad en economía circular, reciclado, reparabilidad, reutilidad, sostenibilidad y eficiencia energética, además de la derivada de la desinfección, un tema de gran calado en estos momentos.

En este contexto se mueven los PERTEs (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica), que si bien se posicionan como “actor protagonista, generando grandes expectativas”, no serán los únicos. Berges recordó que “vendrán más fondos estructurales”, que se superpondrán a los Next Generation, y que nos obligarán a “seguir estando atentos” y “cooperar” también con administraciones y centros de conocimiento.

Todavía en el aire los mecanismos, instrumentos y medidas concretas para definir la tramitación, los participantes alertaron sobre la conveniencia de definir y matizar la “corresponsabilidad de los integrantes de los macroproyectos”, ya que no es lo mismo el peso de las grandes empresas que el de las medianas y pequeñas. Huir de la territorialización y politización fueron otras recomendaciones que identificaron para la buena utilización de unos fondos que se definieron “como foco de esperanza de cara al futuro”.

Fuente: Electroeficiencia

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