La crisis de los materiales, la falta de infraestructuras de recarga y la subida de los precios de la electricidad están lastrando sustancialmente el despegue del vehículo eléctrico a España.
Así le demuestra un informe publicado por la Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles (ACEA), que coloca a España entre los 10 peores países de Europa que aparecen en cuanto a implantación de puntos de recarga se refiere. Según este estudio, tan solo se disponen de 1,1 terminales de carga por cada 100 kilómetros de carretera, lo que sitúa a nuestro país en el puesto 16 (de un total de 24), superando por muy poco una cuota de puntos de recarga que podría considerarse mínima: un cargador por cada 100 kilómetros. Otra de las preocupantes conclusiones del informe es que en Europa, en general, no hay suficientes estaciones de recarga en carretera para los vehículos eléctricos que se tienen vender en los próximos años (cabe recordar que la Comisión Europea lanzó el Fit for 55, que propone que para 2030 las emisiones de CO₂ de los automóviles nuevos deberían reducirse en un 55 % respecto a los niveles de 2021. Por tanto, los fabricantes de automóviles europeos tendrán que llevar al mercado millones de eléctricos durante los próximos años para cumplir con este nuevo objetivo).
A la falta de puntos de recarga se suma el de la comodidad, es decir, que el tiempo de recarga sigue siendo notablemente superior al de repostaje.
En octubre de 2021, durante el encuentro Diálogos de La Vanguardia, la vicepresidenta ejecutiva de FACONAUTO, Marta Blázquez, señaló que el sector ha hecho sus deberes, ha innovado, ha desarrollado los coches eléctricos y ha puesto una amplia gama de los mismos a disposición de los consumidores. “Pero ni el Gobierno, ni las autonomías ni los ayuntamientos han estado a la altura. Hace falta implementar, por ejemplo, una red sufciente de puntos de recarga. Hay que tener en cuenta –dijo– que el 70% de los coches duermen en la calle y que no tienen dónde conectarse”.
José Manuel López Montoya, de la consultora MSI Ibérica, destacó asimismo que el principal problema que frena la venta de coches eléctricos es la insuficiencia de puntos de recarga. “Existe una gran burocracia municipal y autonómica que impide su instalación. Los trámites pueden requerir entre quince y dieciocho meses. Hay compañías eléctricas con planes masivos de instalación de puntos de recarga que están paralizados por falta de permisos”.
Plan MOVES III, agotado para puntos de recarga
Para fomentar la instalación de puntos de recarga y la compra de vehículos eléctricos, la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid activó el Programa MOVES III de incentivos a la movilidad eficiente y sostenible, dotado con 53 millones de euros. Las ayudas se pueden solicitar hasta el 31 de diciembre de 2023, y deberán tramitarse a través de la página web del Programa MOVES III en la Comunidad de Madrid (www. movestresmadrid.com), aunque cabe destacar que la dotación para instalar puntos de recarga está actualmente agotada.
Por el contrario, sí existen fondos disponibles para la adquisición de vehículos eléctricos, la compra directa o por medio de operaciones de arrendamiento por renting o leasing de vehículos nuevos o de demostración con hasta 9 meses de antigüedad.
Del mismo modo, el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía, dependiente del Gobierno) ha tenido abierto hasta el pasado 25 de noviembre el programa de incentivos MOVES II Proyectos Singulares para subvencionar actuaciones relacionadas con la movilidad eléctrica y aplicaciones TIC, como infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos innovadoras, recarga de hidrógeno para vehículos e integración con otras redes inteligentes. También aplicaciones de nuevos desarrollos de baterías y almacenamiento eléctrico para movilidad, proyectos de desarrollo o innovación de nuevos procesos, así como prototipos de modelos y componentes de vehículos eléctricos.
Subida de la factura energética y crisis de los materiales
Además, el progresivo aumento del precio de la electricidad viene a sumar dificultades. Según ElEconomista.es, recargar un coche por la noche (horario valle) hace 365 días costaba 190 euros, por los 447 euros que supone con el precio actual de la electricidad. Además, en lo que va de 2021, el aumento ha sido de casi un 40% (302 euros) de media lo que ha provocado que la amortización de un vehículo eléctrico tarde más años.
Por último, la crisis de los materiales afecta de lleno al vehículo eléctrico, ya que las materias primas suponen la mayor proporción del coste total de una batería. “Los precios del carbonato de litio en China se han triplicado este año, mientras que el cobalto ha subido, y el cobre y el níquel se mantienen cerca de sus máximos históricos”, señala Cotizalia.
Todos estos condicionantes propician que se esté descargando una tormenta perfecta en el sector del vehículo eléctrico; un sector de futuro que seguro sabrá reponerse a estas adversidades generando negocio y beneficios para la salud del planeta y las personas.
APIEM. Asociación Profesional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y Telecomunicaciones de Madrid.
