En el transcurso de los últimos años, el concepto de domótica ha experimentado una transformación significativa, y en la actualidad, el término Smart Home se ajusta cada vez más a nuestras necesidades diarias, respondiendo a la evolución constante del sector. A pesar de que a menudo se emplean de manera intercambiable, en realidad, no son sinónimos exactos. Este artículo explora las diferencias entre ambas tecnologías y destaca cómo la Smart Home ha simplificado la vida cotidiana al permitir el control y la gestión intuitiva de diversos dispositivos, contribuyendo al confort y la eficiencia energética en nuestros hogares. Además, se explorarán diversas aplicaciones prácticas de la Smart Home, desde el control remoto de luces hasta la simulación de presencia para aumentar la seguridad, así como los tipos de dispositivos y buenas prácticas a considerar.
Entendemos por domótica todo el conjunto de sistemas y tecnología que son capaces de automatizar nuestra vivienda como la motorización de persianas, la programación de la climatización, la conexión de la alarma, la apertura digital de la puerta, etc. En definitiva, la domótica es la incorporación de la tecnología de control dentro de la instalación del hogar. Su infraestructura típica precisa de cableado físico e integración de los mecanismos, luces o persianas, entre otros, por lo que se debe tener en cuenta en el momento del diseño de la casa, pues hacerlo a posterior es complicado.
La Smart Home, en cambio, funciona a través del IoT (Internet of Things). Cada vez son más los dispositivos que dentro de nuestra vivienda se conectan a Internet: televisores, electrodomésticos, la iluminación, todos esos elementos que sin hacer nada ya incorporan una nueva capa de comunicación que normalmente es inalámbrica para facilitar su conexión a Internet y también su instalación.
El reto de la Smart Home es hacer que todos estos dispositivos se interconecten y ofrezcan cierto grado de control por un usuario que no tiene que ser particularmente técnico. Esta simplicidad de uso e instalación viene de mano de grandes fabricantes que han permitido de manera sencilla ofrecer ventajas que pueden parecer ciencia ficción: usar tu voz para controlar los espacios y adaptarlos a la atmósfera más adecuada en cada momento o diseñar nuevas funcionalidades para tu casa a través de una App, sin necesidad de reprogramar toda la instalación con sistemas complejos. Todo ello converge en un mismo objetivo: actualizar la tecnología existente en nuestros hogares para sentirnos más cómodos, reducir el consumo de electricidad y energía y mejorar nuestro confort.
Las aplicaciones de la Smart Home abren las puertas a un nuevo nivel de comodidad, eficiencia y seguridad en tu hogar. Estas innovadoras soluciones tecnológicas no solo hacen la vida más conveniente, sino que también generan beneficios tangibles en diversos aspectos de tu rutina diaria.
La posibilidad de controlar todas las luces de un hogar a distancia es uno de los objetivos principales de la Smart Home. Con tan solo instalar un interruptor conectivo, se puede controlar cualquier bombilla, algo muy útil y cómodo que, además, puede incluso reducir la factura de la luz. Nuestro móvil es el artífice de todo. Permite no solo apagar y encender luces, sino también regular su intensidad o incluso programarlas para que se accionen a una hora determinada. Además, se pueden agrupar luces para controlar más de una a la vez y así crear un mayor confort. Por supuesto, también existe la posibilidad de seguir utilizando el interruptor manual como siempre lo hemos hecho.
Las instalaciones conectadas actuales deben incluir enchufes inteligentes con el objetivo de tener el control total de los aparatos eléctricos de un hogar. Apagar, encender, programar y reportar. Todo a distancia con un smartphone como centro de operaciones. Su instalación es práctica y sencilla, tan solo tendrás que sustituir el enchufe viejo por uno conectivo. Su utilidad es máxima, ya que gracias a ellos podremos incluso hacer desaparecer el temido consumo fantasma gracias a la programación horaria o al apagado total de cualquier aparato conectado de forma manual.
Otra de las mejoras que podemos incorporar en las instalaciones Smart Home son los termostatos inteligentes. Estos nos dan la oportunidad de controlar la temperatura de nuestro hogar. Se trata de un aparato inteligente que aporta comodidad en nuestro día a día, además de ahorro energético, teniendo en cuenta que la calefacción supone el 47% del consumo energético de una vivienda. No solo es posible controlar la temperatura, también su encendido y apagado, así como otras configuraciones. Una de sus principales ventajas es la posibilidad de programar la calefacción o aire acondicionado, para que, cuando lleguemos a casa, disfrutemos de la temperatura perfecta.
Los sensores de presencia y movimiento permiten accionar la iluminación de casa sin tener que hacer nada. Se pueden instalar en zonas de paso o de entrada y salida a nuestra vivienda. Al detectar nuestra presencia, las luces se encienden automáticamente, y al dejar de detectar movimiento, estas se apagan. Son altamente sensibles y configurables, por lo que se adaptan perfectamente a cualquier necesidad.
La llegada de los asistentes inteligentes de voz ha dado un salto cualitativo a las Smart Homes. Ahora no solo podemos gestionar diferentes aspectos de nuestro hogar desde el móvil, sino que también podemos hacerlo con nuestra voz, aumentando aún más la comodidad y reduciendo la complejidad. Por ejemplo, el pasado 6 de noviembre se cumplieron 4 años desde el lanzamiento en España de los altavoces Amazon Alexa y, sólo en el último año, se han contabilizado más de mil millones de interacciones relativas al Hogar Digital (relacionado con las Smart Homes) a las que se suman 261 millones de peticiones a Alexa para encender o apagar las luces o consultar el termostato, entre otros.
Adicionalmente, las instalaciones Smart Home permiten aumentar la seguridad de nuestro hogar utilizando la simulación de presencia. La mayoría de los robos en España se producen durante el día, justo cuando no hay nadie en casa o en vacaciones. Las Smart Home pueden luchar y evitar robos simulando que la casa está habitada. Con tan solo algunas configuraciones podemos subir y bajar persianas o encender las luces a una hora determinada para simular nuestra presencia en el hogar. Además, gracias a los sensores técnicos de gas, humos o inundaciones, una casa conectada nos puede informar de ciertas incidencias y tomar las medidas pertinentes o proponérnoslas.
Al igual que en la domótica tradicional, existen ciertas restricciones a la hora de poner en marcha una Smart Home o casa conectada. Por ejemplo, la instalación tradicional de un sistema basado en KNX TP obliga a considerar temas como el cableado, distancias, número de dispositivos a controlar o funcionalidades previstas durante el proceso de integración mediante ETS. Sin embargo, en el caso
de una Smart Home podemos gozar de mayor flexibilidad a la hora de su instalación, ya que el control es inalámbrico.
Primero fueron los protocolos Z-Wave o Zigbee los que dieron paso a la domótica sin cables. Protocolos que hoy se siguen utilizando debido a su alta fiabilidad y seguridad. Estos crean una red inalámbrica empleando un Hub central que permite manejar todos los dispositivos sin necesidad de tener conexión a internet. Sin embargo, con la expansión de las redes wifi conseguimos que nuestros dispositivos se conecten y comuniquen entre sí. En este caso, será necesario tener un router con conexión a internet, pero teniendo presente que los routers domésticos permiten conectar un número limitado de dispositivos. Por ello recomendamos utilizar un router independiente para la instalación del control de la Smart Home con capacidad suficiente para soportar todos los dispositivos. Figura 1.
Aparte, será clave una buena cobertura Wifi para garantizar una correcta comunicación y señal, por lo tanto, es recomendable posicionar el router dedicado a Smart Home, en una localización que cubra de manera más óptima la instalación. Y en caso de necesitarlo, utilizar repetidores Wifi con el mismo nombre (SSID) de red. Figura 2.
En la actualidad encontramos una gran cantidad de dispositivos conectivos distintos que cubren todas las necesidades de un hogar. Además, gracias a la flexibilidad de este tipo de instalaciones, podrás incorporar nuevos dispositivos a medida que se vayan introduciendo en el mercado:
Teniendo en cuenta la gran cantidad de gadgets o dispositivos diferentes que se pueden encontrar por internet, una buena práctica sería la selección de estos dispositivos teniendo en cuenta una estética y configuración homogénea. Esto permitirá al usuario simplificar la configuración mediante una única app al mismo tiempo que cumpla con las más altas exigencias estéticas en proyectos de arquitectura o interiorismo.
La tecnología ha transformado la forma como nos relacionamos entre las personas, con los objetos y, por extensión, con los espacios. El sistema iO de Simon te permite crear espacios conectados. Enlaza todos los dispositivos inteligentes de tu hogar, incluso tu smartphone, para crear un mundo de experiencias únicas y adaptadas a tu estilo de vida, de forma fácil y sin modificar la instalación.
APIEM. Asociación Profesional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y Telecomunicaciones de Madrid.
