Por encima de los requerimientos para combatir la contaminación lumínica del Real Decreto 1890, se encuentran aquellos que el Instituto Astrofísico de Canarias exige para preservar la calidad astronómica de sus observatorios.
El Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) es un referente mundial en cuanto a observación astronómica. Sus observatorios y múltiples telescopios, entre ellos el Gran Telescopio de Canarias (el mayor telescopio óptico del mundo), conforman la mayor concentración de telescopios del hemisferio norte.
Dada la importancia estratégica de su posición geográfica y la gran calidad de sus observatorios e instalaciones relacionadas forzó en 1988 la aparición de una normativa para la preservación de la calidad de los cielos nocturnos en las zonas de actuación de los observatorios del Instituto Astrofísico de Canarias frente a los siguientes aspectos:
- Contaminación lumínica
- Contaminación radioeléctrica
- Contaminación atmosférica
- Rutas aéreas
Para asegurar una observación del cielo nocturno de la máxima calidad, en 1988 se creó la Ley para la Protección de la Calidad Astronómica de los Observatorios del IAC, conocida como Ley del Cielo, y que se ha consolidado como un referente a nivel nacional a la hora de combatir estos aspectos. Poseer luminarias con certificación del IAC implica que se alcanzan los estándares de reducción de contaminación lumínica de dicha ley, mucho más exigentes que los marcados por el RD 1890.
La reducción de la contaminación lumínica no solo aumenta la calidad de las tareas de observación astronómica, sino que también beneficia aspectos como la seguridad vial, reducción del deslumbramiento, tanto a usuarios de vehículos como peatones, reducción de la luz intrusa en el ambiente y la disminución de la perturbación de los ciclos circadianos de las distintas especies de la fauna y flora que habitan en los entornos naturales.
Además de la fauna y flora, las personas también vemos afectados nuestros ritmos circadianos a causa de la exposición a la luz artificial nocturna, por lo que la reducción de la misma no solo favorece el descanso, si no que tiene además beneficios a largo plazo en la salud.
Desde la introducción de la tecnología LED en el alumbrado público, las preocupaciones relacionadas con la emisión de luz de alto contenido en la zona azul del espectro de luz visible han sido una constante, y la tendencia se encamina a reducir la temperatura de color cada vez más.
En este aspecto, Televés se ha mantenido a la vanguardia, ofreciendo soluciones en todas sus gamas con temperaturas de color cálidas que limitan la dispersión lumínica en el cielo nocturno y favorecen la creación de ambientes nocturnos más agradables.
El máximo exponente en este ámbito son las luminarias AtmosLED de Televés con certificación del IAC, que consiguen limitar el flujo hemisférico superior por debajo del umbral que interferiría con el correcto desarrollo de las actividades de los observatorios astronómicos profesionales.
Estas luminarias emplean LED con temperaturas de color cálidas, de los 2200ºK, clasificados según el IAC como “LED blanco super cálido IAC”, cuya propagación en el cielo nocturno es mínima, con lo que se alcanza el máximo exponente en cuanto a evitar la contaminación del cielo nocturno.
Televés, como fabricante de luminarias, sigue poniendo énfasis en el desarrollo de tecnologías y equipos de iluminación que permiten adaptarse a los más altos estándares en cuanto a la contaminación del cielo nocturno.