La morosidad eleva a 2.700 millones el gasto financiero de la deuda comercial en las pymes

En el tercer trimestre, el período medio de pago (PMP) aumentó a 82 días, tras cuatro años de reducciones anuales, según el Observatorio de Morosidad de Cepyme del tercer trimestre, superando el plazo máximo legal de pago de 60 días. Esto ha llevado a un esfuerzo financiero duplicado asociado a la deuda comercial de las empresas, alcanzando los 2.700 millones de euros anualizados para las pymes en su conjunto. Esta carga financiera ha impactado negativamente en la capacidad de las pymes para invertir o expandir sus equipos, afectando su productividad.

El esfuerzo financiero de 2.700 millones es el más alto desde junio de 2009, a pesar de la limitación del crédito comercial. De esta cantidad, 1.400 millones corresponden al esfuerzo para financiar las ventas cobradas dentro de los plazos acordados, mientras que los restantes 1.300 millones se deben al tramo moroso de la deuda comercial, es decir, a las ventas cobradas después de los 60 días acordados.

Esta situación refleja el difícil entorno en el que operan las pymes, ya que la demora en los cobros está impactando negativamente en su liquidez. Esto subraya la urgencia de tomar medidas para abordar este problema. Cepyme está colaborando con las instituciones comunitarias para trabajar en una nueva regulación a nivel europeo, actualmente en desarrollo por la Comisión Europea, con el objetivo de encontrar soluciones a esta problemática.

El 30% de las facturas se pagan en fecha

Las empresas sólo cobran en fecha el 29,2% del total facturado durante el tercer trimestre. La puntualidad en los pagos creció de forma consecutiva durante los últimos nueve meses, pero estos moivmientos todavía suponen que menos de un tercio de las facturas entre empresas se abonan en su debido tiempo. A pesar de ello, la patronal agradece a las empresas vendedoras su “esfuerzo para acortar los plazos de cobro”. Este dato está 1,6 puntos porcentuales por encima de los datos de hace un año.

En los últimos periodos, Cepyme observó un aumento en los pagos realizados más de 60 días después de la fecha de vencimiento. Aunque esta cifra sigue siendo baja, ha experimentado un incremento por segunda vez consecutiva. Esto sugiere que algunas empresas podrían estar enfrentando dificultades para cumplir con sus compromisos financieros.

En contraste, la mayoría de las facturas se están pagando puntualmente, pero se ha notado una reducción en aquellas pagadas hasta 30 días después de la fecha acordada. A pesar de que este último segmento representa el 67% del total facturado, ha experimentado una disminución interanual del 2,3%. En general, si sumamos las facturas pagadas puntualmente y aquellas con un retraso de hasta 30 días, representan el 96,3% del total. Sin embargo, esta cifra ha mostrado un descenso interanual durante tres trimestres consecutivos, disminuyendo en 7 décimas en el último trimestre y confirmando una tendencia a la baja durante los últimos 16 trimestres.

Por otro lado, la proporción de facturas pagadas más de 120 días después de la fecha acordada ha experimentado un crecimiento durante dos trimestres consecutivos. En el tercer trimestre, este tipo de pagos representó el 0,55% del total, dos décimas más que el año anterior y el porcentaje más alto registrado en los últimos siete trimestres.

Fuente. Alfonso Bello Huidobro (El Economista)

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