La importancia de diseñar un protocolo familiar para el relevo generacional de la empresa

Los expertos comienzan a alertar de la importancia y necesidad de prever y regular la sucesión de sus negocios, a raíz de la conciencia del riesgo que ha supuesto tener que afrontar graves contingencias (pandemia, crisis de suministro, inflación…), sin tener previsto su futuro y el relevo del socio o socios fundadores.

Por ello, para evitar en la medida de lo posible estos riesgos, es recomendable planificar el relevo generacional y regular la relación familia-empresa-propiedad mediante un Protocolo Familiar, elaborado a medida de la familia y consensuado por todos los familiares implicados.

Lamentablemente, muchos negocios familiares no logran la continuidad y esto se debe, en buena parte, a no planificar debidamente y con tiempo el traspaso a la siguiente generación. En cambio, aquellas familiares que apuestan por planificar la sucesión con un Protocolo Familiar tienen muchas más probabilidades de éxito puesto que, a través del mismo, tienden a alinear la estrategia empresarial y la familiar con las expectativas de los firmantes y nuevos responsables, convirtiéndose en un instrumento de trabajo sobre el que basar la toma de decisiones.

Por otro lado, existen muchas situaciones que pueden dar lugar a conflictos familiares: distintas visiones del negocio, formas diferentes de trabajar, niveles desiguales de tolerancia al riesgo…  Algunos de ellos son comunes a todas las empresas, sean o no familiares. En cambio, otros aparecen muy específicamente en el ámbito familiar.

Por tanto, regular la gestión de la empresa familiar es uno de los retos más complejos a los que se enfrentan los miembros de una familia empresaria.

El Protocolo familiar está dirigido, principalmente, a pequeñas y medianas empresas familiares que se encuentren o prevean encontrarse en un proceso de sucesión y deseen afrontarlo y realizarlo adecuadamente.

¿Qué objetivos persiguen y cuáles son sus principales beneficios?

Conservar las relaciones familiares y garantizar la supervivencia de la empresa son los dos objetivos por los que se plantea el inicio de un proceso para elaborar y mantener un protocolo familiar.

Gracias al Protocolo Familiar los conflictos se resuelven antes de que se produzcan aportando tranquilidad, al facilitar la transparencia sobre aspectos como la sucesión, el reparto de dividendos, la incorporación de perfiles ajenos a la familia o la gestión de las crisis y facilitando la gestión de expectativas, en el sentido en que cada miembro de la empresa tendrá claro qué puede esperar del resto, cuál es su grado de compromiso y de qué manera se está garantizando la continuidad del negocio.

Desde APIEM recomendamos tener en cuenta estos aspectos y podemos ayudar a nuestros asociados a planificarlos, gracias a un nuevo servicio que ha puesto en marcha AECIM, que cuenta con los siguientes  prestaciones:

•             Análisis previo de la empresa, con un asesoramiento personalizado y específico al empresario.

•             Estudio mercantil de la transmisión y de su impacto fiscal y ejecución de la operación.

•             Elaboración, implantación y puesta en práctica del Protocolo Familiar.

•             Revisión y adecuación al Protocolo de los Estatutos Sociales, Testamentos, Régimen de Capitulaciones Matrimoniales y Pactos Parasociales.

•             Asesoramiento fiscal para la correcta implantación del protocolo.

Si estás interesado, llama a APIEM (915 94 52 71) y te derivaremos pertinentemente.

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