Los edificios o locales de pública concurrencia son aquellos espacios que están destinados a ser utilizados por un gran número de personas de forma simultánea, ya sea de manera ocasional o periódica.

Estos lugares deben cumplir con regulaciones y normativas específicas para garantizar la seguridad, comodidad y bienestar de quienes los visitan. Algunos ejemplos de edificios o locales de pública concurrencia son: teatros, cines, auditorios, estaciones de transporte, pabellones deportivos, centros de enseñanza universitaria, aeropuertos, locales para el culto, salas de fiestas, discotecas, salas de espectáculos y actividades recreativas, salas de exposiciones, bibliotecas, museos y similares.