En un esfuerzo por combatir el cambio climático y reducir la presencia de sustancias peligrosas en dispositivos eléctricos y electrónicos, la Comisión de la Unión Europea ha establecido un calendario estricto por el que se prohíbe la fabricación de bombillas halógenas de pines (G4, GY6.35, G9). Esta medida no solo busca abordar la urgente crisis climática, sino también promover la salud pública y el ahorro energético.
Desde el 1 de septiembre está prohibido fabricar las bombillas halógenas de pines (G4, GY6.35, G9), dando fin al calendario previsto por la Comisión de la UE que estableció estrictos requisitos de diseño ecológico para las fuentes de luz en su Regulación de diseño ecológico de la UE 2019/2020 (Reglamento único de iluminación SLR) como medida para luchar contra el cambio climático y las sustancias peligrosas en los aparatos eléctricos y electrónicos.
La prohibición será efectiva a partir del 1 de septiembre de 2023. Desde este momento sólo se podrá vender el stock que hayan ido acumulando los fabricantes y hasta agotar existencias.
Las bombillas halógenas son una especie de mejora de las lámparas incandescentes tradicionales, pero a diferencia de éstas, en el interior de cada bombilla halógena y gracias al uso de algún tipo de gas halógeno (habitualmente, yodo o bromo) establece un ciclo de reacción química que recoge el tungsteno evaporado del filamento y lo ‘devuelve’ a él, logrando de esta forma una especie de equilibrio químico que evita que se ennegrezca la superficie del vidrio y que se debilite el filamento, según información de Xataka Smart Home.
El mercurio, el cadmio y el plomo están presentes en muchos elementos comercializados hoy día para iluminar, de ahí su prohibición a partir de una fecha fijada, por motivos de salud, pero también de ahorro energético. De hecho, la Comisión Europea estima que con esta medida se conseguirá un ahorro de electricidad equivalente al consumo anual de 11 millones de hogares y una reducción de la factura de la luz de un 15%.
Según la normativa de la Unión Europea que regula el uso de determinadas sustancias calificadas como peligrosas (es el caso del mercurio, el cadmio y el plomo), con esta prohibición se daría por finalizado el calendario previsto:
Esta prohibición se suma a la de tubos fluorescentes lineales T5 y T8, en vigor desde el pasado 25 de agosto.
Fuentes: APIEM/Xataka Smart Home
APIEM. Asociación Profesional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y Telecomunicaciones de Madrid.
