Apagar las luces con un chasquido de dedos o comprobar el estado de los alimentos con una aplicación en tu móvil. La domótica ya está aquí y, ante la novedad que supone para la mayoría de la población, surgen dudas de qué es y cuáles son sus usos.
“La domótica es el conjunto de tecnologías que puedes incluir en una casa para automatizarla y comunicarte con ella”, explica Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso. “En un principio puede parecer que sus aplicaciones sirven para hacernos la vida más cómoda, pero la realidad es que van mucho más allá”, asegura el experto. Según los últimos datos de la Asociación Española de Domótica e Inmótica (CEDOM), que corresponden a 2019, el volumen de negocio del sector en España creció en este año un 15%, y ha pasado de movilizar menos de 40 millones de euros en 2013 a facturar más del doble, 91 millones de euros.
Las casas inteligentes ofrecen más confort, interconexión y una mayor seguridad, “unos valores muy importantes para la vivienda”, como afirma Bermúdez. Sin embargo, el mayor valor añadido lo marca el ahorro. “Mucha gente no se siente atraída por vivir en una casa más moderna, pero la aplicación de la domótica ofrece un ahorro relevante a corto y largo plazo”, asegura el experto.
Nuevas viviendas: más eficaces y con más ahorro
La realidad actual es que la mayoría de los proyectos de arquitectura y de nueva vivienda y reformas aplica la domótica a las construcciones, con el objetivo de mejorar la calidad de vida. “La domótica es ya un elemento imprescindible”, considera el experto.
La causa principal es el ahorro energético. Según el informe de la CEDOM, las funciones más demandadas para las empresas de domótica son las relacionadas con la gestión de la energía. Por otro lado, según cita Bermúdez “las casas inteligentes permiten un ahorro energético de hasta el 30%, por lo que en poco tiempo con este ahorro es fácil recuperar la inversión”.
Además, añade que “la ley en España ya obliga a las nuevas construcciones a ser eficientes desde el punto de vista energético”. La domótica es, por lo tanto, ya no un complemento sino un requisito para cualquier obra nueva y reforma.
La realidad inmobiliaria, por otro lado, parece seguir esta tendencia. “El confinamiento y las medidas restrictivas han hecho que se hayan cambiado las prioridades de vida y hay una apuesta fuerte por la vivienda nueva”, recuerda Bermúdez. En este sentido, según datos del INE, los precios de la vivienda nueva han sufrido una subida anual en abril del 8’2%.
Hace apenas un año la sociedad se encontraba en plena polémica por la comercialización de las redes de 5G. “Lo cierto es que el 5-G es la clave para el desarrollo de la domótica en la práctica”, opina el subdirector general de donpiso. “El enjambre de dispositivos que supone una casa inteligente hace que con la conexión actual las posibilidades sean imitadas”, explica.
El 5G permite una navegación hasta 10 veces más rápida que las mejores redes de fibra óptica del mercado, y en la práctica se podrá aumentar exponencialmente a esto el número de dispositivos conectados. “Con esta red, se podrán conectar infinidad de dispositivos y crear estas casas de ciencia ficción”, asegura Bermúdez.
Fuente: Observatorio Inmobiliario